En 1979 yo trabajaba como ilustrador en los medios gráficos.
En " El Periódico" , edición de Madrid, Fernando Jáuregui, redactor jefe a la sazón, me pidió una idea sobre una posible tira dibujada, para ilustrar las páginas dedicadas a las elecciones municipales de Madrid.
Estas elecciones, para aquellos que erais unos niños, o no habíais nacido aún, tenían un cierta importancia histórica, ya que representaban el primer ejercicio democrático que se proponía a los españoles, después de cuarenta y tres años de régimen caudillista.
Los partidos más significativos que presentaban candidatos eran, el Partido Comunista ( Ramón Tamames ), el Partido del Centro Democrático ( José Luis Álvarez ) y el Partido Socialista ( Enrique Tierno ).
Conviene recordar que, en aquellos primeros años de la llamada Transición, las calles eran escenario frecuente de enfrentamientos entre grupos de personas no adscritos a los partidos oficiales que, sobre todo aquellos que eran afines al régimen extinguido, se caracterizaban por su violencia y una cierta impunidad. En los círculos periodísticos próximos a las ideologías llamadas "progresistas", se especulaba con una posible complicidad de los cuerpos policiales, no depurados en su obediencia al régimen anterior.
La situación se manifestó de forma especialmente grave en algunos medios de comunicación que sufrieron atentados con víctimas, y en otros, como el nuestro, en el que se hizo necesaria la presencia permanente de un retén de policía, dadas las reiteradas amenazas de las que eramos objeto, incluso personalmente.
El proyecto de una tira seriada alusiva a las elecciones, planteaba una dificultad mayor, al carecer, por definición, de guión, ya que se trataba de reflejar los acontecimientos " en caliente".
Por otra parte, dado el ambiente imperante, la referencia a unos personajes reales - mi estilo gráfico tiene carácter realista - perfectamente identificables no estaba exenta de riesgos, de todo orden, incluido el legal.
Esa fué la razón por la que escogí situar la acción en un imaginario país anglosajón -más habituales en las historias de la serie negra- y traté de jugar con la ironía, en una traducción "spaghetti" de los nombres reales de los protagonistas.
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2 comentarios:
Querido Saco, con la dificultad que da seguir un tebeo en una pantalla de ordenador, me has maravillado con ese tesoro de grafismo que tenías bien guardado en tu armario personal. Unos breves comentarios:
1) ¡Cuánto talento tienes! Me refiero a la capacidad para hilvanar un guión, amén de tus cualidades como artista gráfico. Me encanta cómo haces un verdadero estudio en cada viñeta de la posición de los personajes, su postura. No sé si en el Periódico se dieron cuenta de lo que tenían entre manos...
2) Cuánto talento desperdiciado en el fondo en tratar de presentar de un modo interesante a personas que no lo eran. En el 79 muchos se hicieron ilusiones, supongo y trataban de encontrar en aquellos individuos la esencia oculta de la trufa del Perigord cuando, en realidad, sólo se podía aspirar el menos refinado aroma a patata cruda. Hoy sería todavía peor: ni reds, ni viejos profesores, sólo lo gris más allá de lo gris, proyectos de nada, un vacío enmarcado de humo.
3) En el fondo si lo piensas bien, eras modernísimo. La publicidad hoy día ha renunciado a los flashes y prefiere historias que contar.
4)En la grey política existe una tendencia peligrosa como es la de ocupar un hueco enorme en la información. Pero, ¿cómo rellenar el hueco? No hay suficientes anécdotas reales, suficiente verdad para hacerlo. Así que se usan los guiñoles de Canal Plus o los clones de Intereconomía para dotar de vida al supuesto personaje, dándole un contenido ficticio con el que el público puede congeniar o no, ensalzándolo o ridiculizándolo pero en cualquier caso haciendo nuestro a alguien ajeno, al que no conocemos y del que en el fondo no sabemos gran cosa. José María Solé tiene un interesante libro sobre los motes de los reyes españoles, y al final ves que el mote, el nombre, es todo lo que sabemos del hombre. ¿Cuánto sabe un niño francés de hoy del rey Dagoberto? pues que le bon Roi Dagobert a mis sa culotte à l'envers...
5) El recurso a la violencia en la historia y en el propio grafismo no hacía sino preparar el actual imperio manga.
Conclusión: eres un Saco de sorpresas.
Muchas gracias, mi querido "homonyme",por tu siempre cariñoso y excesivo ditirambo.
Te ampliaré un poco la información. La necesidad de que la historia tuviese un "hilo", que la obligación de pegarse a los hechos cotidianos de la campaña dificultaba,la satisfice introduciendo una motivación personal con el asesinato del amigo del protagonista.( Que era mi malogrado amigo Esteban Iglesias, con quien había compartido las riendas de un bar muy gracioso en Oviedo en los '60) La encuesta "fría" que pedían los directores de ambos periódicos,( el real y el de la tira)se vió, de esta manera, suplantada por la investigación personal del detective. Claro que la situación de violencia que sufrían, a la sazón, las calles de Madrid en aquel tiempo, y que casi todos han olvidado, me dió la oportunidad de amalgamar ambas encuestas con el resultado que os ofrezco. Ah! una anécdota curiosa, la viñeta de la muerte de Joe Center ( J.L.Alvarez)la decidieron los contadores de votos una hora antes del cierre. Naturalmente tenía dibujada también la muerte del viejo profesor.
Ah! y una cosa más.
En las últimas elecciones municipales de Madrid me pareció que cabía la posibilidad de editar este tebeo como "comic book", o sea como los de Axterix, y ofrecerlo acompañando algún períodico, con eso de la Memoria y tal... Je,je... ¡Iluso de mí!...como se nota que hace mas de veiticinco años que me he alejado de los papeles esos. Las respuestas de TODOS los principales diarios de Madrid fué : ¡Oye, es cojonudo, pero... es que a estos no los conoce nadie!
¡...PAÑA ! ¡ESTO'S PAÑA, COLEGA!
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